El líquido de frenos es una parte fundamental del sistema de frenado para garantizar la seguridad durante la circulación del automóvil.
Normalmente se debe cambiar máximo cada dos años. Sin embargo, en el manual de los coches se puede encontrar las recomendaciones del fabricante sobre cada cuándo se debe cambiar el líquido de frenos.
Para calcular el periodo de tiempo en el que se debe cambiar el líquido de frenos, no solo es necesario fijarse en el kilometraje ya que el intervalo puede variar dependiendo el uso que se le dé al vehículo.
Además, hay que tener en cuenta el punto de ebullición del líquido y la distancia que recorre el pedal de freno para la detención del vehículo.
Es importante mencionar que el líquido de frenos necesita de un cambio periódico debido a que tiende a absorber humedad.
Sustituir el líquido de frenos de forma periódica es importante para conducir con un nivel de frenada óptimo. No hacerlo, es peligroso ya que el rendimiento del sistema de frenado se ve afectado.
Si los niveles del líquido están bajos es posible que:
- se sientan vibraciones en el coche
- que los frenos emitan ruido
- se encienda el indicador del ABS
Así pues, para conocer el estado del líquido de frenos hay que comprobar la temperatura de ebullición, para lo que se utiliza un sensor de ebullición. Y dependiendo de las características del líquido y de sus valores mínimos y máximos se puede tener la referencia para saber si corresponde cambiarlo.
Todos los líquidos para frenos Pentosin exceden los estándares de la norma DOT y son utilizados para el primer llenado por más de 25 armadoras de vehículos a nivel mundial.
El líquido de frenos de baja viscosidad se puede utilizar en vehículos que no requieren un fluido de baja viscosidad; sin embargo, los líquidos de frenos de estándares DOT3 o 4, no deben utilizarse en vehículos que requieren un líquido de frenos de baja viscosidad, de lo contrario, reducirá las propiedades a baja temperatura y disminuirá el rendimiento del fluido.