El líquido de frenos ayuda a que el sistema hidráulico del automóvil funcione sin problemas. Si bien puede tener un papel simple, es un componente crítico en el proceso de frenado. Se trata de un líquido formulado especialmente para trabajar a altas temperaturas y bajo alta presión.
Un error común es creer que el líquido de frenos durará para siempre, pero no es así. Entre el calor y la humedad, el líquido se va degradando y también puede provocar corrosión interna.
Además, debido a que se utiliza regularmente para trabajar a altas temperaturas, el líquido de frenos pierde su eficacia con el tiempo.
La mayoría de los fabricantes de automóviles sugieren que se cambie como parte de un servicio importante, que generalmente se realiza cada dos o tres años.
Cuando se conduce con líquido de frenos en mal estado, normalmente se necesita más presión en el pedal para detenerse. También puede notar un olor a quemado, químico o a humo después de una frenada brusca repentina. Esto puede indicar otros problemas, pero también puede ser un signo de líquido de frenos sobrecalentado y una posible falla de los frenos.
Cómo cambiar el líquido de frenos:
Obviamente cada automóvil es diferente; sin embargo, el procedimiento general para cambiar el líquido de frenos es el mismo.
- Quite la tapa del depósito y usando una jeringa o una bomba, extraiga la mayor cantidad de líquido posible. Coloque el líquido viejo en un recipiente adecuado para su eliminación.
- Una vez que haya eliminado todo lo que pueda, con un paño que no suelte pelusa limpie cualquier residuo que haya quedado en el depósito.
- Después, se debe lavar el sistema, pero este es un trabajo para dos personas, ya que necesitará que alguien afloje los pernos que sujetan las válvulas de purga.
- Afloje los tornillos, pero déjelos unidos y cerrados.
- Con un trozo de tubo de plástico transparente empuje un extremo del tubo sobre el perno de purga del freno en la parte trasera derecha del automóvil.
- Coloque el otro extremo del tubo en una botella pequeña y transparente con una pulgada o dos de líquido de frenos limpio; esto evitará que el aire vuelva a ser succionado hacia el depósito.
- Coloque una pequeña pieza de madera o de un material similar debajo del pedal para evitar que se desplace demasiado cuando se libere la presión.
- Rellene el depósito con líquido nuevo, hasta la línea de llenado que debe estar marcada en el exterior de la tubería, y vuelva a colocar la tapa en el depósito para evitar que el líquido salga.
- Cuando vuelva a llenar el depósito, debe tener cuidado de no dejar que se vacíe más de la mitad.
- Pídale a un ayudante que presione el pedal del freno para purgar el líquido viejo y contaminado y a medida que se detenga y se reemplace por líquido limpio, debe cerrar el perno de purga.
- Esta operación deberá repetirse en cada una de las otras tres llantas.
NOTA: La mejor manera de hacer esto es con el automóvil sobre soportes de gato y las cuatro ruedas retiradas antes de comenzar.