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Consejos para conducir en un clima cálido

Es común saber que el frío extremo puede afectar un automóvil, pero ¿Sabías que el calor extremo también puede afectar tu vehículo? Más allá de las ligeras quemaduras con el volante caliente o el metal de los cinturones de seguridad, el calor puede causar serios problemas a los conductores. 

En algunas zonas de México, a menudo (o frecuentemente) es necesario conducir cuando hace mucho calor. Por lo tanto, a medida que se acerca el verano es importante prepararse para el clima cálido que se avecina. Lo más importante que debes hacer para mantener alejados los problemas relacionados con el calor es darle mantenimiento a tu coche.

A continuación de damos algunos consejos para que no tengas inconveniente durante tus viajes en este clima:

Revisa los líquidos de tu coche:

Puedes ahorrarte muchas molestias en los meses de clima cálido al monitorear los fluidos de tu automóvil. Los líquidos que debes controlar incluyen:

  • Anticongelante: Este es el más importante. Si el nivel de anticongelante es demasiado bajo, puede causar un sobrecalentamiento del coche.
  • Aceite de motor
  • Fluido de transmisión
  • Líquido de los frenos
  • Líquido de dirección asistida

Revisa la presión de tus llantas:

Asegúrate de saber cuál es la presión óptima para las llantas de tu vehículo en particular y no te excedas. El calor provoca un aumento de la presión, lo que a su vez hace que el aire dentro de los neumáticos se expanda. Si no te mantienes al tanto, pueden explotar. Pon atención y repara cualquier daño existente en las partes exteriores de tus llantas, ya que esto solo exacerbará el potencial de desastre.

Inspecciona las bandas y mangueras de tu automóvil:

Si eres un experto en automóviles, puedes examinar las correas y las mangueras de tu coche tú mismo, si no, lo mejor es que un mecánico profesional las revise. El calor intenso puede provocar grietas, ampollas y otros daños en las bandas y mangueras, y es posible que sea necesario reemplazarlas.

Comprueba el estado de la batería: 

Las altas temperaturas ejercen una presión adicional sobre la batería. La mayoría de las baterías no requieren mantenimiento en estos días, pero si tu batería tiene tapas, verifica el nivel y recarga según sea necesario. Si tienes una batería de celda húmeda, celda de gel o de malla de fibra de vidrio absorbida (AGM) que no requiere mantenimiento, revíselas para asegurarte de que no se hayan agrietado ni tengan fugas. Para todos los tipos de batería, limpia cualquier corrosión de los terminales, revisa todas las conexiones y asegúrate de que la batería esté firmemente montada y libre de vibraciones.

Dale mantenimiento al sistema de enfriamiento de tu coche:

Como ya mencionamos, el calor del verano ejerce una presión adicional sobre los motores de los vehículos. Por esta razón, haz que un especialista revise tu sistema de enfriamiento para asegurarte de que pueda proteger tu motor contra el sobrecalentamiento.

Además, no importa el clima, si descuidas el mantenimiento del sistema de enfriamiento, puedes causar desgaste y corrosión en tu motor, lo que eventualmente provocará daños y averías a largo plazo.

Consulta el manual del propietario para determinar los intervalos recomendados para el mantenimiento y la inspección de tu auto.

Lleva un kit de emergencia en tu coche:

Un equipo de emergencia para vehículos es algo que debe tener en tu automóvil durante todo el año, pero tanto en invierno como en verano, tener uno se vuelve especialmente importante. Tu kit debe almacenarse en un lugar seguro y accesible, y debe incluir por lo menos los siguientes elementos:

  • Cables de salto
  • Una linterna
  • Bengalas de carretera
  • Agua
  • Botiquín de primeros auxilios

Tener estas cosas a la mano podría terminar siendo un salvavidas, en caso de que alguna vez las necesites.

Decide entre aire acondicionado y ventanas abiertas:

Al conducir en climas cálidos, es inevitable que el automóvil se sofoque un poco (o mucho). Tu primer instinto podría ser bajar las ventanillas, o tal vez usar el aire acondicionado. Cualquiera que elijas, no uses ambos a la vez, porque con esto solo desperdiciarás un montón de combustible. 

Un consejo es que optes por llevar la ventana abierta por ejemplo cuando conduzcas a 60 kph o menos. Una vez que aumentes la velocidad, cambia al aire acondicionado. Este enfoque no solo te brindará lo mejor de ambas opciones, sino que también ahorrarás combustible. 

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